En la
mitología griega Tésalo era un príncipe de
Corinto, hijo de
Jasón y
Medea, y hermano por tanto de Mérmero, Alcímenes, Tirsandro, Feres,
Argos y Eriopis. Se libró milagrosamente de los furores de su madre, que pretendía matarlo al saber que su marido le había abandonado por otra para hacerle a Jasón el mayor daño posible. Otra versión afirma que quien pretendía matarlo era la multitud de Corinto, cansada de las artimañas que urdía Medea para asegurar el trono a sus hijos. La mayoría de sus hermanos no tuvieron la misma suerte, y perecieron apedreados en el templo de
Hera. Esta diosa, agradecida porque Medea había rechazado las solicitudes de
Zeus, prometió hacer inmortales a los hijos de Medea. Para ello envió una plaga que fue matando a los niños de Corinto hasta que sus habitantes les rindieron honores divinos.